A través de su departamento de relaciones públicas, el hospital señaló que las niñas, que compartían y el corazón y el hígado, murieron a causa de complicaciones respiratorias y cardíacas.Los médicos que las atendían habían advertido ayer de que el riesgo de muerte era alto. En principios, los médicos pensaban que las dos niñas estaban unidas solo por el abdomen y el tórax y que no compartían el corazón ni el hígado, por lo que entendían que el proceso quirúrgico podría hacerse sin muchas complicaciones. Posteriormente, tras evaluarlas, establecieron que el caso era de alta complejidad por los órganos que compartían. Un informe médico dado a conocer el jueves indicaba que cada corazón tiene cuatro cavidades con comunicaciones interventiculares, aorta dilatada, estenosis pulmonar severa con arteria pulmonar muy pequeña. Pero a nivel abdominal, de acuerdo a los facultativos, presentan un solo hígado, dos vesículas biliares y una vena aorta compartida, así como un cordón umbilical único con onfalocele.
Las siamesas son hijas de Marianela Abreu, de 26 años, que reside en la comunidad de Licey, de la provincia de La Vega.