16 Marzo 2014
CIUDAD DEL VATICANO. El papa Francisco pidió hoy a los fieles congregados durante el Ángelus en la Plaza de San Pedro del Vaticano que recuerden a los 239 pasajeros que viajaban en el avión que desapareció el pasado 8 de marzo.
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El pontífice argentino llamó a los fieles a "expresar nuestra cercanía a ellos en estos momentos tan difíciles".
"Os invito a recordar mediante la oración a los pasajeros y al personal del avión de la compañía Malaysia Airlines y a sus familiares, a quienes trasladamos nuestro apoyo y cercanía en estos momentos tan difíciles", añadió Francisco.
Un total de 25 países participan en la búsqueda del avión desaparecido en misteriosas circunstancias hace una semana sin dejar ningún rastro.
Por otro lado, durante su alocución previa al rezo del Ángelus, el papa se dirigió a los miles de congregados para preguntarles si "leen el Evangelio" y recomendarles que lleven "uno pequeño, no los cuatro" en el bolsillo para leerlo en cualquier momento de la jornada.
"¿Vosotros leéis cada día un pasaje del Evangelio? Unos si... otros no... Es algo bueno tener un pequeño Evangelio y llevarlo en el bolsillo para leerlo en cualquier momento de la jornada. Es bueno porque es Jesús quien nos habla. No hace falta que sean los cuatro, con uno basta. Yo lo hago", afirmó el pontífice.
Acto seguido, instó a los congregados a seguir su recomendación y les avisó que el próximo domingo les preguntaría si le habían hecho caso.
Su catequesis abordó el pasaje bíblico de la "Transfiguración", la segunda etapa del camino cuaresmal, de la que resaltó dos elementos, según él, fundamentales: la subida y la bajada del monte.
"Tenemos que subir la montaña para que, en un espacio de silencio (oración), podamos reencontrarnos con nosotros mismos y percibir mejor la voz de Dios. Pero ¡no podemos permanecer allí!, el encuentro con Dios en la oración nos obliga a bajar de la montaña para encontrarnos con nuestros hermanos", aseveró.
Y es "en la planicie", en palabras del obispo de Roma, cuando los católicos deben asistir a sus hermanos, "aquejados de fatigas, injusticias y pobreza material o espiritual".
A ellos es a quienes, según el papa, los católicos están obligados a trasladar los "frutos de la experiencia que han tenido con Dios, compartiendo con ellos los tesoros recibidos".
Sin embargo, Francisco recordó que esta misión está dirigida a toda la Iglesia.
"En primer lugar es responsabilidad de los pastores, que están llamados a sumergirse en las necesidades del pueblo de Dios, acercándose a él con afecto y ternura, especialmente a los más débiles. Pero para cumplir esta misión, los obispos y sacerdotes necesitan la oración de toda la comunidad cristiana", subrayó.
Hoy a las 15.15 hora local (14.15 GMT), el papa llevará a cabo su quinta visita pastoral a un templo romano y acudirá a la parroquia de Santa María de la Oración.